Plebiscito Constitucional Chileno 2022
Histórico triunfo en Chile del Rechazo republicano a una nueva Constitución fundacional de un Estado plurinacional
Una abrumadora mayoría rechazó este domingo la propuesta de nueva Constitución en Chile con casi el 62 % de los votos, resultado que mantiene de momento el texto actual, escrito en 1980 por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformado parcialmente en democracia. “Ha hablado el pueblo de Chile y lo ha hecho de forma fuerte y clara”, reconoció en cadena nacional el presidente chileno Gabriel Boric. Partidario de la opción derrotada del cambio constitucional, anunció que a partir del lunes trabajará de la mano “de la sociedad civil y del Congreso” para buscar un “itinerario constituyente” y darle celeridad a un nuevo proceso.
De un padrón de 15 millones, 13 votaron. Un millón y medio de votantes se sabía de antemano que no podrían votar, porque no habían informado el cambio de su domicilio legal y vivían lejos de los locales de votación que les correspondía según su domicilio anterior.
Seis de cada diez votos fue a favor de que Chile siguiera siendo una República y no se convirtiera en Estado plurinacional. La opción de aprobar el nuevo texto, que declara a Chile un Estado social de derecho y ha sido definida como la más feminista y una de las más vanguardistas del mundo en materia de igualdad de género y protección de la naturaleza, obtuvo solo el 38 % de los sufragios.
El Rechazo al nuevo texto se impuso en las 16 regiones de Chile. Incluidas la Región Metropolitana, donde se ubica Santiago, la capital del país, y la región costera de Valparaíso, dos bastiones del gobierno de izquierda del presidente Boric. Contra todo pronóstico, en la primera el Rechazo venció con el 55,4 %, y con el 57,6 %, en la segunda.
En regiones del centro sur como Ñuble, Araucanía o Maule, el Rechazo se impuso por más del 70 %, sacándole hasta 30 puntos al Apruebo.
“Hoy día no hay ganadores ni perdedores. Hay chilenos que nos tenemos que volver a encontrar”, dijo el líder de la campaña del Rechazo, Claudio Salinas. Aunque el auténtico líder fuera el presidente Boric. “Queremos hacer un llamado a la calma, a estar orgullosos del trabajo realizado (...) La Constitución del 80 no nos une ni nos representa”, indicó por su parte la diputada comunista Karol Cariola, vocera de la campaña del Apruebo. En la coalición gobernante, se atribuye mayor responsabilidad al Partido Comunista.
La contundencia de los resultados recuerda al plebiscito de octubre de 2020, convocado para encauzar la ola de protestas de 2019 y donde el 78,2 % de los chilenos decidió iniciar un proceso constituyente y redactar una nueva Constitución. Pero esta vez votaron por el Rechazo más persona que todas las que entonces participaron en aquel plebiscito, fuera cual fuera la opción por la que votaran entonces.
Dos años después, los chilenos no están conformes con el texto que fue redactado durante un año por una convención de ciudadanos elegidos democráticamente solo para ese fin, con paridad de género y escaños reservados para indígenas.
El carácter plurinacional del Estado, el derecho a la interrupción voluntaria de embarazo, la reelección presidencial, el sistema de justicia y la eliminación del Senado son algunos de los temas incluidos en el nuevo texto que generan más animadversión entre la ciudadanía.
Las dos coaliciones oficialistas Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático se habían comprometido a reformar el texto y moderar los aspectos más controvertidos en caso de aprobarse. Pero no ha sido suficiente para convencer al electorado.
Cientos de personas salieron a las calles en los barrios más acomodados de la capital a celebrar el resultado, con banderas chilenas y entonando el himno nacional.
“Es un texto que no une al país, que nos enfrenta, parece más bien un programa de Gobierno”, indicó la senadora democristiana Ximena Rincón, uno de los rostros del centro que se desmarcó de su partido e hizo campaña contra la propuesta constitucional.
Es la mayor victoria de la derecha en la historia chilena desde 1988. Queda por ver si es también la mayor derrota de la izquierda.
AGB
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