El Gobierno avanza con una “purga” de espías en la SIDE mientras prevé un aumento presupuestario del 94%
La trama que puso a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) en el centro de la atención pública como pocas veces en su historia transita hoy un nuevo camino. Tras la tan esperada visita del jefe del organismo, Sergio Neiffert, a la Comisión Bicameral de Inteligencia del Congreso, y el histórico rechazo legislativo del DNU de Javier Milei que le asignaba $100.000 millones en gastos reservados, la polémica que en los últimos meses cruzó a la central de espías parece haber pasado a otro estadio. En el Gobierno lo saben, por eso reaccionan con un doble movimiento: acelerar la “purga” interna y blanquear, a través del Presupuesto 2025, un considerable aumento de fondos para la secretaría.
Esta semana se supo que las partidas previstas en la “ley de leyes” para la SIDE superarían en monto a los fondos girados por el decreto volteado por ambas cámaras del Congreso. De aprobarse el proyecto, significaría un aumento del 94% para el organismo de inteligencia, cuya asignación actual es de $101.816 millones. “La SIDE tiene muchas cosas en las que invertir y tener finalmente un sistema de inteligencia que funcione”, argumentó ante elDiarioAR una alta fuente de Casa Rosada, que justificó los $197.238 millones que figuran en el proyecto presentado por el oficialismo, un número mayor incluso al previsto para el Ministerio de Justicia.
En el decreto publicado hace casi dos meses en el Boletín Oficial se especificaba que la decisión de girar $100.000 millones —monto calificado de “razonable” por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, durante su reciente informe de gestión ante el Congreso— respondía a “garantizar la seguridad, defensa e integridad de la República Argentina”, con el fin de acceder a nuevo equipamiento y “fortalecer” así el “diezmado” sistema de inteligencia. Pero la versión que recorrió como un fantasma los despachos oficiales siempre fue otra: que parte de esos fondos eran utilizados, entre otros fines espurios, para financiar los “tanques” digitales de Milei.
El martes pasado, durante su presentación ante los diputados y senadores, Neiffert aclaró que no echó mano a esos miles de millones de pesos adicionales que Milei le asignó a la SIDE el pasado 23 de julio. “Puedo probar con recibos de extractos bancarios que no se gastó dinero y devolverlo”, aseguró el jefe de los espías, que asumió hace dos meses en reemplazo de Silvestre Sívori. El “Señor 5” añadió que su misión es “profesionalizar” el organismo, pero admitió que todavía no tiene listo el plan de inteligencia que piensa ejecutar en su gestión.
La oposición había denunciado que cerca del 80% de ese dinero ya habría sido gastado. Sin embargo, en el Gobierno salieron a decir que ese dato era engañoso: explicaron que cuando el Ministerio de Economía transfiere fondos que son de carácter reservado, estos figuran en el Presupuesto Abierto como “devengados” aunque no hayan sido todavía necesariamente empleados, debido a que no requieren rendición de cuentas ante la Secretaría de Hacienda.
Pero el tema del financiamiento no es el único que desvela por estas horas al oficialismo. Según pudo saber elDiarioAR de fuentes gubernamentales, las autoridades de la SIDE aceleraron el proceso de depuración interna del organismo: desde su llegada, la administración libertaria desplazó a cerca de 150 agentes y evalúa a los 1.200 que aún quedan. Una lista que, aseguran, estaría conformada por empleados que responden a grupos políticos, a personal sin formación en el área y a funcionarios “sin conocimientos e inexpertos”.
La principal premisa de la “purga” apunta a “sacar a toda la gente que tiene terminales políticas fuera del área”. En ese listado de “tribus” mencionan la influencia de la número 2 de la AFI macrista, Silvia Majdalani, al exdirector Fernando Pocino y al exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, César Milani. Son capas geológicas que se remontan a más de una década atrás y que cerca de Milei ven como potencial amenaza, aunque sus despidos podrían generar otro problema: tener “en la calle”, como “mano de obra desocupada”, a personas con información sensible y conocimientos en espionaje.
Caputo vs. Macri
Todos los ojos vuelven a posarse ahora sobre Santiago Caputo, el verdadero comando en las sombras de la central de espías, a quien Neiffert desconoció al asegurar que su único “conductor” es el Presidente. Se trata de un argumento formal, pero poco verosímil para cualquiera que esté al tanto de la dinámica cotidiana del Gobierno. La extrema injerencia del asesor estrella de Milei en un área tan sensible como es el espionaje puso en alerta a toda la dirigencia política, que ve con desconfianza el poder que concentra el consultor todoterreno.
Hace tres semanas, durante el primer encuentro de la comisión bicameral que preside el radical Martín Lousteau, además del cuestionario enviado a Neiffert y su citación, se había aprobado también un pedido de informes sobre el accionar de abogados de la SIDE de Milei en causas judiciales que involucran al expresidente Mauricio Macri. Quienes lo motorizaron fueron los representantes del PRO, que sospecharon de una maniobra en contra de su jefe político pergeñada por Caputo.
Cristian Ritondo, integrante de la comisión y jefe de la bancada amarilla en Diputados, fue el encargado de solicitarle al jefe de la central de inteligencia que brinde explicaciones y envíe documentación acerca del tema. “¿Quién le encomendó la presentación en el expediente? ¿Y en qué carácter fue que se presentó? ¿Qué pidió respecto del expediente? ¿Con qué fundamento?”, inquirieron en ese momento los legisladores a través de un escrito, en el que se puso énfasis en la “gravedad de los hechos trascendidos”.
Las consultas de letrados de los servicios de inteligencia en los tribunales había trascendido a la prensa a finales de agosto. Curiosamente, coincidieron con la participación del PRO en los dos reveses legislativos al hilo que sufrió el oficialismo aquella semana: el rechazo de la Cámara baja al decreto de fondos reservados y el voto positivo de los senadores que responden a la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que después sería vetada.
Luego de la polémica, con el objetivo de bajar la tensión con el PRO, Neiffert no solo le transmitió al expresidente Macri sus disculpas, sino que también admitió que los dos abogados involucrados trabajaban en su área. Hay voces dentro del Gobierno que aseguran que la “purga” también tiene que ver con este episodio.
PL/MG
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