Desde Tucumán, Massa quiere llevar el mensaje de que es posible que el peronismo entre al balotaje
Sergio Massa visitará este sábado uno de los principales bastiones del peronismo: Tucumán. El Partido Justicialista domina el poder en esta provincia del NOA desde hace 24 años y los gobiernos han sido de ese mismo signo político desde hace por lo menos 60 años, salvo por las dictaduras miliares y por el gobierno democrático encabezado por el genocida Antonio Bussi, entre 1995 y 1999. Sin embargo, Unión por la Patria, el frente electoral del peronismo que sucedió al ya fantasmal Frente de Todos, quedó en segundo lugar en las PASO de agosto para la categoría presidencial. Primero, como en otras 15 provincias, quedó Javier Milei (La Libertad Avanza).
Por eso, el objetivo del ministro de Economía y candidato del oficialismo es llevar un mensaje contundente: que es posible entrar al balotaje para que el peronismo siga gobernando el país a partir del 10 de diciembre.
Massa llegará a Tucumán con su compañero de fórmula, Agustín Rossi, y encabezará este sábado un acto que esperan que sea multitudinario. En ese marco, buscará mostrar que hay músculo electoral, a 44 días de los comicios nacionales.
Ya digerida la derrota de hace un mes —que provocó cimbronazos hacia adentro del peronismo por la magra cosecha de algunos gobernadores que semanas antes se habían impuesto con holgura en sus comicios provinciales—, los mandatarios acordaron en convertirse en la punta de lanza de un recorrido proselitista, con Massa al frente, que sea capaz de leerse como una señal de que es posible darla vuelta, pese al contexto de dificultades económicas que impactan en los bolsillos de los argentinos.
El gobernador tucumano, Juan Manzur —quien como jefe de Gabinete de Ministros de la Nación fue durante algunos meses compañero de Masa en el equipo de gobierno de Alberto Fernández—, volvió a convertirse en las últimas semanas en el vocero de sus pares del norte argentino que supo ser en los primeros años de la gestión del Frente de Todos.
Manzur iba a integrar la fórmula de Unión por la Patria, como candidato a vicepresidente de Eduardo “Wado” de Pedro, ministro del Interior. Pero en las últimas horas antes de que venciera el plazo judicial para la presentación de las candidaturas el binomio fue dado de baja y reemplazado por Massa-Rossi.
Recuperado del fallido intento por integrar la fórmula, en estos días Manzur se dedicó a hablar con todos y estuvo en la Capital Federal para reunirse presencialmente con referentes del empresariado y de la cúpula de la CGT, y con dirigentes de organizaciones sociales, entre ellos, del Movimiento Evita.
No pudo contar en estos días con el vicegobernador y mandatario electo, Osvaldo Jaldo, quien se sometió hace una semana a dos operaciones en la ciudad de Buenos Aires, que lo dejaron afuera de toda actividad hasta la semana que viene. Aunque se encuentra ausentes de los preparativos y de los detalles del acto de este sábado, un miembro de su equipo confirmó a elDiarioAr que Jaldo pidió que la estructura territorial que le responde no escatime esfuerzos para garantizar todo suy apoyo.
El temor a que la provincia reciba menos recursos si gana la oposición
Tanto este como sus pares norteños que tomarán las riendas de una nueva gestión, son conscientes de que un hipotético triunfo de Milei o de la otra candidata con chances, Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), se traduciría en una brutal poda de recursos federales. Ninguno quiere que se repita la sequía financiera por la que tuvieron que atravesar entre 2015 y 2019, durante la gestión del expresidente Mauricio Macri (Cambiemos).
La primera estación hacia el acto será en noche de este viernes, en la residencia personal de Manzur, en la ciudad de Yerba Buena. Allí recibirá en una cena a Massa, a Rossi, a De Pedro y a algunos de los mandatarios provinciales que comprometieron su asistencia.
Se cree que los primeros en llegar, de los 10 que al menos estarían en las actividades, serán Gildo Insfrán, de Formosa; Raúl Jalil, de Catamarca; Ricardo Quintela, de La Rioja; Gerardo Zamora, de Santiago del Estero; Gustavo Sáenz, de Salta, y Sergio Uñac, de San Juan.
Aunque no está confirmado, se espera que también arribe a Tucumán el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Por el lado del triunvirato cegetista, estarán Héctor Daer y Pablo Moyano, más Fernado “Chino” Navarro, funcionario del gobierno nacional y uno de los referentes del Movimiento Evita.
En cambio, con previo aviso, no estarán los jefes provinciales de Santa Fe y Chaco, Omar Perrotti y Jorge Capitanich, respectivamente. El primero, porque el domingo se elige gobernador en Santa Fe, y “Coqui”, porque la semana siguiente irá por la reelección.
Se espera que un escenario con tanta referencia de peso en el escenario genere esperanzas en la militancia y los votantes de Unión por la Patria. “Ninguna elección es la misma y eso se vio en las primarias, en las que casi no hubo movilizaciones porque poco estaba en riesgo. Esta vez, hay provincias que renuevan senadores y diputados, es decir representación en el Congreso, y los gobernadores saben de la importancia que eso tiene porque allí se pelean puntos de coparticipación y leyes claves. En las votaciones de octubre habrá mucho en juego y es un estímulo extra para todos. Será a todo o nada”, reflexionó en diálogo con elDiarioAR un diputado nacional por Tucumán del oficialismo, consultado sobre el acto de este sábado.
Si todo sale bien, se espera que Massa anuncie que Manzur será uno de los armadores de la estrategia electoral nacional por su experiencia en el armado territorial, cualidades que supo destacar en una carta la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, cuando pidió su incorporación al equipo del presidente Fernández.
Manzur les pidió a los intendentes que “pongan toda la carne al asador” y lleven gente al acto de Massa
La agenda del sábado incluye dos estaciones. La primera será a las 10 de la mañana y con invitados especiales, en el Teatro Mercedes Sosa, donde Massa expondrá los ejes de su gestión y las medidas que adoptaría, en el caso de llegar a la Casa Rosada.
Como la sala se encuentra a tres cuadras de la Casa Histórica, es posible que los gobernadores se dirijan hacia allí para una foto de familia. El cronograma prevé que a las 15 se concrete la segunda y más importante estación, que es el encuentro con la militancia en el Hipódromo, elegido para realizar el acto por las comodidades para llegar en cualquier medio.
En la Casa de Gobierno de Tucumán ya calculan cuántas personas asistirán: los más conservadores dicen 25.000, otros se entusiasman con una cifra superior, pese a que se advirtió a la dirigencia que se contará con recursos ajustados para la movilización.
Manzur se reunió hace unos días con todos los intendentes peronistas, también en su casa, a quienes les pidió poner “toda la carne en el asador” para el acto y para revertir el resultado de las primarias. El resultado fue inimaginable para una fuerza que unas semanas antes había triunfado con holgura en la elección de gobernador, con una cosecha 600.000 votos. En las PASO apenas superó los 300.000.
El mandatario provincial también apuesta a la red de dirigentes y punteros de San Miguel de Tucumán que hicieron posible que el PJ le arrebatara la capital tucumana a Juntos por el Cambio, tras ocho años de gobierno de Germán Alfaro. Desde octubre el municipio será conducido por la todavía diputada nacional Rossana Chahla, que fue ministra de Salud de la gestión Manzur.
El 17 de octubre de 2018 este mismo Manzur encabezó también en el Hipódromo un acto por el Día de la Lealtad, del que participaron Daniel Scioli y Massa, varios gobernadores, toda la CGT, intendentes de municipios importantes de Buenos Aires, diputados y senadores nacionales.
Esa vez, sirvió para que el peronismo camine hacia la unidad que se consolidó cuando Cristina ungió como candidato presidencial a Alberto Fernández. Ahora el contexto no es el mismo: el peronismo es gobierno en medio de una crisis económica pero la dirigencia se ilusiona con que el encuentro oficie de puente para terminar con los cortocircuitos internos y UP logre encarar una campaña que le permita entrar al balotaje del 19 de noviembre.
DC/JJD
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