Por qué Cristina Kirchner cambió de opinión sobre los fondos del FMI en plena suba del dólar paralelo
El dólar blue frenó ayer su racha alcista, al caer a $ 184. Hoy descendió a $183. Los dólares financieros, el Bolsa y el contado con liquidación, retrocedieron a 168, respectivamente. Entre varios factores que influyeron en el leve descenso, uno fueron las declaraciones de este sábado de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el lanzamiento de la campaña electoral, a favor de que los derechos especiales de giro (DEG) que el Fondo Monetario Internacional (FMI) repartirá entre sus miembros por la pandemia se usen para abonar los vencimientos de deuda de este año con el organismo. En la nada quedó el proyecto que los senadores oficialistas habían votado en mayo pasado para que esos DEG se utilizaran para gastos de la crisis del coronavirus y no para saldar pasivos.
¿Qué ocurrió para que la también presidenta del Senado pasara de impulsar esa iniciativa a manifestarse por lo contrario? “Charlando anoche (por el viernes) con Alberto (Fernández), me decía que en unos días iban a ingresar los DEG que el FMI ha decidido entregarles a los países para que hagan frente a los estragos de la pandemia. No podremos destinar eso a lo que lo destinan el resto de los países porque en 2018, luego de que en 2015 tuviéramos un país sin deuda, ahora resulta ser que debemos 45.000 millones de dólares al FMI, además de los 70/80.000 millones que ese reestructuraron el año pasado. Es vital discutir cómo se va a pagar, quiénes van a pagar”, analizó la vice el sábado.
En la Casa Rosada explican el giro de Cristina Kirchner sobre los DEG: “Sólo le explicamos las opciones que hay. No las que queremos que haya. Las declaraciones del Senado no eran performativas. Igual, seguimos viendo escenarios de cuándo y cómo es más conveniente usar los DEG. Pero básicamente ella no quiere defaultear con el FMI y no vamos a usar reservas para pagar al Fondo si podemos usar los DEG”. Es decir, cuidar los activos del Banco Central en tiempos de agitación en los mercados paralelos del dólar.
En el equipo económico se dividen las interpretaciones sobre el cambio de opinión de Cristina Kirchner. Una alta fuente evalúa: “Es una persona inteligente y dúctil para entender la dinámica y los costos financieros. Lo ideal hubiera sido usar los DEG para la pandemia, pero cada país tiene la libertad de usarlos como quiera: algunos los dejan en reservas, otros los usan para pagar deuda, que es una forma de evitar que las reservas se te vayan. Su postura es un clarísimo aval de que hay que seguir negociando con el Fondo, negociar duro, pero la garantía de que se va a pagar somos nosotros. Ellos se endeudan y nosotros pagamos. Es una retórica que calza bien a la lógica del Frente de Todos, aun en términos electorales”. El funcionario citado considera que las palabras de la vicepresidenta ayudan en la coyuntura cambiaria, pero sobre todo constituyen un mensaje en contra de un default al FMI, al mismo tiempo que este miércoles se abonarán US$ 230 millones al Club de París (grupo de países ricos) y la semana pasada el gobierno de Axel Kicillof llegó a un acuerdo con los acreedores privados de la provincia de Buenos Aires.
Otra alta fuente del equipo económico disiente sólo en parte: sostiene que nunca Cristina Kirchner se había manifestado explícitamente en contra del uso de los DEG para abonar la deuda sino que habían sido senadores y diputados “poco formados y poco modestos” quienes habían impulsado esa iniciativa. “Los DEG son un asiento contable en las reservas, no son dólares frescos para hacer rutas, que se hacen con pesos. Cristina ahora anuncia que se usarán para el pago de deuda porque la situación mundial es grave, con la amenaza de la variante Delta, y tenés que tener reservas para enfrentarla. Además tenés la bajante del Paraná y especulaciones de una futura sequía. Pagar usando los DEG no fue una señal al mercado sino al FMI y a la clase política. Es una buena señal para discutir con el FMI la tasa de interés. Sí tiene un impacto colateral en el mercado porque si no hubieras pagado al Fondo, se aceleraría la dolarización de cartera, que igual va a haber por la perspectiva de que vamos a ganar las elecciones, con la recuperación económica que está habiendo”, concluye el informante.
En el mercado
En el mercado también se refieren al efecto de las expresiones de Cristina Kirchner. “Siempre las declaraciones que van para el lado de la sensatez ayudan al mercado, pero mañana puede decir otra cosa”, opinó Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen Aliados Financieros. “De todos modos, siempre hay un montón de factores dando vuelta y no hay nada puntual que haya frenado al dólar, que ya había tenido un rally alcista muy fuerte”, completó Polo.
En uno de los principales bancos privados que operan en la plaza desestiman el impacto de las palabras de la vicepresidenta, pero en otro lo destacan: “El Gobierno está intentando dar señales de que no va a romper con el FMI para tratar de calmar a los mercados, después de que algún ala más radicalizada del oficialismo lo proponía hace un tiempo. En esa línea leo no sólo las declaraciones de Cristina sino también los avances en las negociaciones de la provincia por la reestructuración de su deuda”. Hay bancos como el Galicia que pronostican que el dólar oficial, que cotiza ahora a $ 101, cerrará 2021 a 105, es decir, sin la devaluación poselectoral a la que apuestan algunos jugadores del mercado paralelo. El Galicia se basa en la creencia de que el Banco Central cuenta con reservas suficientes para que el tipo de cambio funcione como ancla antiinflacionaria en los próximos meses y que sólo se acelere después de los comicios para evitar que se atrase demasiado. En cambio, el suizo UBS prevé un dólar oficial a 132 a fin de año.
Otros analistas prevén un cierre de 2021 a mitad de camino entre uno y otro pronóstico: a $ 117. Es el caso de Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica. “Habrá devaluación después de las elecciones. La impondrá la realidad y la montaña de pesos que volcarán este semestre para ganar las elecciones”, predijo Castiñeira.
En el Banco Central sostienen que el tipo de cambio real multilateral (TCRM, ajustado por inflación y en relación a las monedas de los países con los que más comercia la Argentina, el dólar, el euro, el real y el yuan) sigue competitivo, pese a que reconocen que debería acomodarse un poco la reciente depreciación brasileña. El TCRM está en 114 puntos, un nivel superior al promedio del segundo gobierno de Cristina Kirchner y al de Mauricio Macri, aunque inferior al de los primeros ocho años del kirchnerismo.
AR/WC
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